Otro fin de año con emergencia fiscal

Producir más y gastar menos, parece que es sencillo lo que se tiene que hacer para controlar el déficit económico. En este sentido un fin de año más el jerarca de hacienda en turno, nos manifiesta nuevamente una nueva «emergencia fiscal», después de sostener reuniones con importantes representantes de bancos mundiales, nos comunica que   «Las reuniones fueron muy productivas, sentimos una apertura importante para escuchar nuestros planteamientos y buscar una salida conjunta a la realidad fiscal que enfrentamos. Como parte de nuestra propuesta,  nos comprometimos a presentar a inicios de enero, una agenda de trabajo que incluya un cronograma de aprobación de proyectos durante el primer semestre del 2016. Lo anterior, considerando el poco margen que nos resta para buscar una salida pronta a esta problemática”, dijo Fallas en el comunicado. Ahora me pregunto si una de esas salidas será seguir endeudándonos en el exterior para poder seguir pagando intereses de la deuda pública. Según Hacienda, los representantes del BID y el BM coincidieron con las preocupaciones del Gobierno por el faltante fiscal, al tiempo que advirtieron que  un préstamo de apoyo presupuestario requerirá de avances en aprobaciones legislativas para hacer reformas hacendarias. Como sabemos el gobierno como los anteriores envió este año varios proyectos de ley para hacer ajustes al fisco, dos de ellos son las reformas al impuesto de ventas y al tributo sobre renta. Ambos apuntan al aumento en sus tasas, lo cual como ya se ha analizado en el pasado, su aprobación siempre es complicada ya que afectará directamente a la clase media. El vacío fiscal para Costa Rica es creciente. Para octubre pasado, el acumulado de los diez meses del año era de 4,8% del Producto Interno Bruto, mientras que hace un año ese porcentaje era de 4,5%. El déficit esperado para todo el 2015 es de 5,9% con respecto al PIB y para el próximo año las estimaciones rondan el 7%. El problema se agudiza porque para el 2016, Costa Rica carecerá de cualquier financiamiento externo, ayuda que vino en estos últimos tres años de la colocación de bonos soberanos (eurobonos).  Los préstamos externos se hacen necesarios si Hacienda quiere evitar un estrujamiento del mercado y la consecuente alza de tasas de interés al tratar de financiar todas sus necesidades con recursos locales, esperemos que la recaudación del período recién terminado haya sido lo más eficiente posible para coadyuvar con las finanzas del país.

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