Auditoría encuentra indicios de maquillaje financiero en Yanber

Análisis indica que la compañía simuló ventas a Panamá para ocultar crisis.

Yanber se dedicaba a la fabricación de plásticos, tiene 490 empleados y 60 años de operar en el país. La empresa es hoy propiedad de un fideicomiso, conformado por bancos y proveedores, que tiene como objetivo sanear la operación, para luego venderla. Una auditoría forense hecha a la Corporación Yanber detectó indicios de un eventual maquillaje financiero en la empresa. El estudio reveló que Samuel Yankelewitz, anterior dueño de Yanber, y el equipo financiero de la compañía, ocultaron aparentemente por años la situación real de la empresa con el objetivo de solicitar créditos bancarios para seguir operando. “La administración anterior por años adoptó políticas inadecuadas de presentación de estados financieros, tanto al sector bancario como a terceros, informando de resultados anuales no reales”, detalla la auditoría de la que tiene copia La Nación. Los nuevos propietarios de la Corporación Yanber recibieron, en abril anterior, la auditoría forense que revela supuestas irregularidades financieras en la empresa. La investigación, realizada por la firma R. Artavia y Asociaciones, fue contratada por los actuales propietarios de Yanber, constituidos en un fideicomiso integrado por bancos y proveedores de la compañía.

El documento se remitió en dos partes, el 5 y el 20 de abril anteriores, a Francis Durman, actual presidente de la Junta Directiva de la empresa dedicada a la industria plástica. Según el escrito, los encargados de la contabilidad y finanzas de la empresa reconocieron que los estados financieros eran hechos a conveniencia. “De tal manera que presentaran una situación que no fuera inquietante para los acreedores, pero que no respondía a la realidad operativa”, recalca la auditoría de R. Artavia y Asociados. El trabajo hizo un análisis comparativo de los últimos estados financieros de la anterior administración de Yanber, con corte al 31 de marzo del 2015, la información contable interna y los estados financieros depurados y corregidos por R. Artavia y Asociados, a febrero de este año.

Corporación Yanber  acudió a la vía judicial, el 28 de mayo del 2015, y pidió un Convenio Preventivo de Acreedores que permite suspender el  pago de deudas y negociar un arreglo con deudores. En enero anterior,  un grupo de 50 acreedores de Yanber aceptó sacar a la firma de la inminente quiebra, debido a deudas por $65 millones, para lo cual recibieron la empresa como pago de las deudas. La Nación intentó tener una posición de Yankelewitz sobre este tema; pero no fue posible. Al empresario se le remitieron correos electrónicos, el pasado 22 y 26 de agosto, a la cuenta utilizada cuando dirigía Yanber. También se le envió un mensaje a su página personal de Facebook. Incluso se le llamó a su teléfono celular y se dejó mensaje, pero tampoco respondió.

Francisco Luis Vargas, abogado de Yankelewitz en el proceso concursal, aseguró que, cuando se hizo el arreglo con los bancos, entregaron toda la información financiera sobre la empresa.

“No puedo especificarle con detalle temas financieros porque soy abogado, pero lo cierto es que hubo información completa para que ellos (acreedores) supieran la realidad total”, enfatizó Vargas.

El abogado cuestionó que ahora los bancos digan desconocer la realidad, si los problemas de Yanber datan de hasta 20 años atrás. “Los dueños hoy son los bancos y supieron todo sobre la empresa antes de acordar el arreglo en que recibieron como pago la empresa”, aseguró Vargas.

Incongruencia.  La auditoría forense encontró que los estados financieros auditados de la empresa eran otros muy diferentes a los realizados internamente. De hecho, para los periodos de 2010 a 2014, la información financiera auditada reportaba una ganancia acumulada de ¢3.595 millones.

Los estados financieros auditados eran necesarios para que la banca diera créditos a la firma. Después de la depuración de la información financiera, el resultado correcto era una pérdida acumulada de ¢21.587 millones. Tras el ajuste, el patrimonio de la empresa pasó de ¢19.000 millones en marzo del 2015, a ¢9.796 millones en febrero pasado.

La diferencia se fundamentó en que Yanber realizo, supuestamente, ventas ficticias a la compañía panameña Interplastic Industries Corporation, fundada por Samuel Yankelewitz. Alonso Salazar, abogado de Albán Ugarte Brenes, de la firma de contabilidad Ugarte & Asociados, auditor externo de Yanber, manifestó que su cliente hizo el trabajo con base en la información dada la compañía.

“Cuando se dieron las noticias sobre Yanber, el año pasado, Albán llamó a la persona de contacto en la empresa, el director de Finanzas, y este le reconoció que la información dada no era correcta ni precisa y le dijo que lo sentía”, aseguró Salazar. Ugarte, junto con otras cuatro personas, entre ellas Yankelewitz, fueron denunciados por el Banco Nacional de Costa Rica (BNCR) por los supuestos delitos de estafa y administración fraudulenta. La entidad aceptó que enfrenta un riesgo de pérdida por los créditos otorgados a Yanber, según consta en la denuncia penal 16-0054-621-PE, de la que tiene copia de La Nación.

Mario Gómez, administrador del fideicomiso de Yanber, dijo que los actuales propietarios de la Corporación también presentarán una denuncia penal; pero ahora están concentrados en sacar a la empresa adelante. “Los bancos prestaron recursos porque les presentaron estados financieros falsos. A los bancos los engañaron”, dijo Gómez.

Según la auditoría forense, los recursos se habrían utilizado para pagar deudas.

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