Entre Robos y Renuncias: El Banco Nacional de Costa Rica en un Punto de Inflexión
El cargo de gerente general en el Banco Nacional de Costa Rica se mantiene en un estado provisional, a la espera de que la Junta Directiva defina el proceso para seleccionar a la persona que asumirá de manera definitiva la función de director general en la institución. Asimismo, la semana pasada se designó de forma temporal a un subgerente general.
Ante la incertidumbre entre la población, la Junta Directiva del Banco Nacional indicó que está evaluando distintas opciones para determinar los siguientes pasos en lo que respecta al proceso de selección del próximo director general de la institución.
El pasado 12 de diciembre, la Junta Directiva designó a Rosaysella Ulloa Villalobos como la nueva responsable interina de la gerencia general en la entidad. A partir del 30 de diciembre, asumió dicha posición, sucediendo a la renuncia efectiva de Bernardo Alfaro Araya al cargo principal administrativo de la institución el 29 de ese mismo mes.
Además, en la reunión llevada a cabo el 9 de enero, la Junta Directiva del Banco nombró a Adrián Salazar Morales como subgerente general interino, conforme se detalla en un Comunicado Relevante emitido por la Superintendencia General de Valores.
Se efectuó una consulta al Banco Nacional sobre el avance del proceso de selección, la apertura del concurso, ya sea de carácter público o interno, no obstante, a través de su departamento de prensa, la institución comunicó que los desarrollos en el proceso de selección del gerente general del conglomerado financiero serán divulgados en el momento oportuno por la Junta Directiva.
Bernardo Alfaro quien comenzó en su cargo de director el 1 de octubre del 2020, presentó su renuncia el martes 5 de diciembre, aunque permaneció en funciones como gerente hasta finales de diciembre del año pasado. el final del año pasado.
La renuncia de Bernardo Alfaro coincidió con diversas controversias vinculadas al banco. Él fue el único director entre los cuatro bancos sistémicos de Costa Rica que se opuso a suministrar datos de deudores al Banco Central de Costa Rica sin el proceso de anonimización, lo que resultó en una denuncia penal presentada por el Banco Central ante el Ministerio Público.
Otro suceso controversial fue el robo de los ¢3.293 millones de la bóveda del Banco, descubierto en octubre pasado, sobre el cual el jerarca afirmó la colaboración plena de la institución.
Hasta octubre del año pasado, el Banco Nacional ostentaba el título de ser la entidad bancaria más grande de Costa Rica, con activos registrados por ¢8.314.963 millones, lo que representaba el 20,8% del total del Sistema Financiero Nacional (SFN) compuesto por 49 entidades. Asimismo, la entidad contaba con 5.275 empleados y 153 oficinas, según datos de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
El Banco Nacional de Costa Rica se encuentra en una fase de transición y cambio significativos, marcada por la renuncia de su exgerente general, Bernardo Alfaro Araya, y la designación de figuras interinas en roles clave. La incertidumbre sobre el futuro liderazgo y las controversias recientes, como el robo millonario y las disputas sobre la divulgación de datos, han generado un panorama complejo para la institución financiera más grande del país.