¿Por qué cuesta tanto predecir el tipo de cambio? Las expectativas cambiarias en Costa Rica enfrentan un desafío sin precedentes
Predecir el comportamiento del tipo de cambio ha sido históricamente complicado, pero en los últimos dos años, esta tarea se ha vuelto aún más desafiante. ¿Qué está ocurriendo en el mercado cambiario que dificulta tanto su proyección?
El tipo de cambio en Costa Rica sigue un régimen de flotación administrada desde 2015, donde su precio está determinado principalmente por la oferta y demanda de dólares. En este contexto, las fluctuaciones internacionales, como los cambios en tasas de interés globales, precios de materias primas y tensiones geopolíticas, influyen considerablemente. Estos factores externos, combinados con la imprevisibilidad de los flujos de capital, hacen que incluso los modelos económicos más sofisticados enfrenten dificultades.
Expectativas vs. Realidad
Desde 2022, las expectativas cambiarias han mostrado una desconexión significativa con la realidad. Según datos del Banco Central de Costa Rica (BCCR), en mayo de 2023, se esperaba un encarecimiento anualizado del 5.4%; sin embargo, el tipo de cambio cayó un 20.73%. Este patrón de predicciones inexactas continuó: para diciembre de 2023, se anticipaba un incremento del 3.5%, pero el dólar terminó bajando alrededor de un 2%.
José Luis Arce, director de FCS Capital, atribuye esta disonancia al impacto de ajustes abruptos en las tasas de interés locales e internacionales. Según él, “pasamos de periodos con tasas virtualmente cero a tasas reales altísimas, lo que complicó enormemente las proyecciones”.
Elementos que alteraron el panorama
La pandemia, las interrupciones en las cadenas de suministro y la crisis inflacionaria global empañaron las proyecciones económicas. Además, la abundancia sin precedentes de dólares en el mercado costarricense alteró la dinámica. Entre 2019 y 2023, el superávit de divisas pasó de $2,171 millones a $7,361 millones, impulsado por una recuperación en el comercio exterior, mayores flujos de inversión extranjera y la actividad de empresas transnacionales en zonas francas.
La complejidad de las expectativas
La noción común de que el colón siempre se deprecia también jugó un papel. Según Daniel Ortiz, director de Cefsa, “la frecuencia con la que los costarricenses esperan una caída en el tipo de cambio es muy baja, lo que dificulta ajustar las expectativas a la realidad actual”.
El BCCR ha permitido caídas significativas en el tipo de cambio bajo la premisa de que reflejan condiciones reales de la economía, aunque esto genera incertidumbre para los agentes económicos y afecta sus decisiones.
¿Es malo no predecir correctamente?
Aunque es natural que las predicciones económicas sean imprecisas debido a la cantidad de variables externas, esta situación podría ser síntoma de problemas estructurales. Según Ortiz, “cuando la política cambiaria no es clara, las decisiones de familias y empresas se complican, afectando el crecimiento económico”.
Hacia un futuro más estable
A pesar de las dificultades, Arce es optimista sobre el futuro: “La situación ha sido menos volátil recientemente, y los agentes económicos están aprendiendo más sobre el mercado cambiario y la política del Banco Central. Esto podría facilitar la estabilización de las expectativas”.
Sin embargo, la naturaleza del régimen de flotación administrada asegura que la impredecibilidad siempre jugará un papel en el mercado cambiario. Mientras tanto, la economía costarricense sigue adaptándose a un entorno en constante cambio.