EE. UU. se retira de acuerdo global de impuestos a multinacionales: Una decisión que sacude el panorama fiscal internacional

La salida de Estados Unidos del acuerdo para implementar un impuesto mínimo global de 15% a las multinacionales genera preocupación entre líderes globales y expertos fiscales. La reforma, promovida por la OCDE, buscaba recaudar anualmente más de $200,000 millones y equilibrar las reglas tributarias para grandes corporaciones.

En una de sus primeras acciones como presidente, Donald Trump decidió retirar a Estados Unidos del acuerdo fiscal firmado en 2021 bajo la égida de la OCDE, argumentando que este no respeta la «soberanía nacional» ni favorece la «competitividad económica» del país. El pacto, que reunió a más de 140 países, tenía como objetivo establecer un impuesto mínimo global para evitar que las grandes multinacionales trasladen ganancias a paraísos fiscales, además de regular la tributación en sectores como las grandes tecnológicas.

Una reforma fiscal bajo amenaza

La decisión de Trump no solo representa un golpe al consenso internacional, sino que también amenaza con frenar avances significativos en la tributación corporativa. Según Alex Cobham, director de la ONG Tax Justice Network, esta medida podría deshacer «todo lo que se construyó en un siglo» en términos de regulación tributaria global.

La OCDE estimaba que esta reforma fiscal permitiría recaudar anualmente $200,000 millones, recursos clave para los presupuestos de países que buscan financiar servicios públicos y proyectos sociales. Sin embargo, sin el apoyo de Estados Unidos, el impacto del acuerdo podría ser significativamente menor.

Reacciones de la Unión Europea y otros actores

La Comisión Europea expresó su pesar ante la decisión estadounidense, calificándola como un obstáculo para la cooperación fiscal global. Valdis Dombrovskis, comisario europeo de Economía, instó a mantener un diálogo con la administración Trump para abordar sus preocupaciones y exponer los beneficios del acuerdo.

El documento firmado por Trump incluye además instrucciones al Departamento del Tesoro para diseñar «medidas de protección» contra países que adopten impuestos extraterritoriales que puedan afectar a empresas estadounidenses de manera «desproporcionada».

El panorama tributario en Estados Unidos

Durante su primer mandato en 2017, Trump implementó un recorte en la tasa impositiva corporativa, reduciéndola del 35% al 21%. Sin embargo, según datos recientes, la tasa efectiva, es decir, el porcentaje que realmente pagan las empresas, cayó al 9% desde 2018, comparado con el 16% en 2014.

Joe Biden, aunque demoró en implementar el acuerdo global en la legislación estadounidense, incorporó elementos de la reforma en su plan verde IRA (Inflation Reduction Act), aprobado en 2022. Estas medidas incluían un enfoque inicial del acuerdo fiscal global, lo que parecía un avance hacia la implementación del pacto.

Implicaciones y el futuro del acuerdo global

La retirada de Estados Unidos pone en jaque el éxito del impuesto mínimo global. Sin su participación, otros países podrían enfrentar dificultades para implementar la reforma sin generar distorsiones económicas.

Además, este movimiento podría estimular la competencia fiscal desleal entre países, beneficiando a grandes corporaciones que seguirán buscando refugios fiscales con tasas mínimas o nulas.

A medida que los líderes globales, incluida la Unión Europea, evalúan cómo avanzar sin Estados Unidos, el futuro del acuerdo fiscal global queda incierto. Lo que está claro es que la decisión de Trump representa un golpe a los esfuerzos internacionales por una tributación más equitativa y colaborativa.

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