Identifique a los jefes tóxicos y cómo lidiar con ellos
Las toxinas son moléculas venenosas producidas por los seres vivos, las cuales al estar en contacto con el cuerpo por determinado tiempo producen enfermedades.
Imagine por un momento que esa molécula tóxica se desplaza continuamente dentro de su empresa, haciendo contacto con sus colaboradores, ¿qué cree usted que pasaría? Muy probablemente esa molécula o jefe tóxico empiece a enfermar a sus colaboradores, los cuales generarán anticuerpos para combatirla o se contagiarán y emanaran más toxicidad en la empresa; ambas situaciones causarán un clima laboral inapropiado.
Según Hildemaro Infante, en su libro Pirámide de la felicidad Laboral, un jefe tóxico es aquel que se siente superior, se cree magnánimo y además piensa que las personas trabajan para él y no con él, minimizando a sus colaboradores frecuentemente.
El ego de los jefes tóxicos les impide escuchar opiniones de sus colaboradores, siempre creen tener la razón y disfrutan humillando a sus empleados, destacando los errores en público y jamás mencionando sus logros. Esto, generalmente, sucede debido a su baja autoestima, ya que consideran como elementos de amenaza a los subalternos más sobresalientes.
Este tipo de jefaturas impide que se genere un ambiente laboral cordial, ya que su tipo de liderazgo es coercitivo, lo que genera temor en sus colaboradores, quienes actúan basados en el miedo de ser despedidos o relegados como basura empresarial, y no se le permite el crecimiento personal ni laboral.
¿Cómo se identifica a un jefe tóxico?
Existen diferentes formas de lograr la identificación de un jefe tóxico dentro de su empresa, sin embargo, hay otros comportamientos que permiten identificarlos:
1. Hace comentarios negativos del ausente: Generalmente los jefes tóxicos critican a sus colaboradores detrás de bambalinas, ya que creen tener el poder de destruir sin afrontar a la persona directamente. Aprovechan cualquier momento en que el colaborador no esté presente para hacer comentarios negativos sobre él.
2. Esquiva el trabajo y trata de no tomar decisiones: Los jefes tóxicos esquivan la toma de decisiones, a la hora de la hora desaparecen, es decir, abandonan el barco cuando se ven condiciones complicadas y regresan cuando ya todo está controlado. Siempre existen las excusas de compromisos fuera de la oficina o familiares enfermos, con la intención siempre es ausentarse.
3. Evade escuchar: La opinión de los demás no es importante para él, ya que, en su burbuja de superioridad, solamente lo que ordene y maneje será lo correcto, de esta manera hace sentir al colaborador que su opinión no cuenta y deberá hacer las cosas como él ordena y cree.
4. Tiene relaciones extramaritales en el trabajo: Generalmente el jefe tóxico protagoniza romances dentro de la empresa, debido a sus aires de superioridad y liderazgo coercitivo para con sus colaboradores. Al verse el empleado, casi obligado u obligada a mantener una relación para poder sostener su trabajo, el (o la) jefe (a) le hace creer que le permitirá escalar más rápido dentro de la compañía. Además, muchas veces se presenta como acoso al colaborador.
5. Se muestra servil: En el momento que se relaciona con personas de un cargo superior se refleja servicial y amable, pero cuando se relaciona con sus subalternos, crea un ambiente de burla y denigración.
Todos los jefes tóxicos tienen características en común, sus ansias de poder, la fantasía de superioridad, la centralización de actividades, la incapacidad de reconocer las buenas actitudes y aptitudes de los colaboradores, además de su liderazgo coercitivo; nunca felicitarán por un buen trabajo, lo que genera un clima laboral inadecuado dentro de la empresa, desmotivando a los colaboradores a hacer crecer a la compañía del cual portan la camiseta.
Plan de acción
Cada persona definirá la forma de afrontar las jefaturas tóxicas, pero hay varias maneras de hacerlo:
• Evite las reacciones emocionales ante el mal trato, pues eliminará el alimento al ego de su jefe.
• Converse con tu jefe en vez de afrontarlo, ya que esto será más efectivo que generar un conflicto.
• Pensar que usted puede cambiar la forma de ser de tu jefe no es una opción, ya que esto agotará su energía pudiéndola desviar hacia otros lados.
• Analice opciones de cambiar de departamento o, en un caso más crítico, cambiar de empresa.
• Identifique las debilidades de su jefe, y ayúdelo a mejorar y eso generará un ambiente de confianza.
• Nunca evada al jefe, responda sus llamadas, y trate de llevarle el paso.
• Trate con diplomacia e inteligencia las situaciones donde usted exponga ideas, busque la forma de llegar al objetivo.
• Siempre vaya un paso adelante, así evitará que lo agarren mal parado. Usted mismo define la situación en la que se quiere encontrar. Recuerde que siempre está en sus manos decir si quiere seguir como está o hacer cosas diferentes para tener resultados distintos.