NIIF – Normas Internacionales de Información Financiera:

El cuerpo normativo de NIIF y NIIF para las Pymes plantean un verdadero reto para nuestros países en América Latina. No solo se trata del esfuerzo que han de asumir los profesionales por reaprender, sino la coordinación que debe ser generada entre los diferentes actores estratégicos de la economía para que se convierta esta normativa en el idioma de los negocios.

Es en este contexto donde nuestra firma ha incursionado con el fin de empoderarnos como Implementadores de la Normativa, para lograr una efectiva implementación debe entenderse no solo la Norma, sino cómo ponerla en práctica. El éxito de la implementación de los cuerpos normativos en materia financiera radica en la figura del Implementador. Conocemos bien los ámbitos de la contabilidad y de la auditoría, en las que tradicionalmente nos desempeñamos, sin embargo las NIIF plantean la necesidad de un servicio que no es ni lo uno, ni lo otro, pero que, para lograr implementarlas, debemos tener al menos competencias en ambos. Asimismo debemos entender que siendo la Administración la responsable de la información financiera, no es de esperar que mantenga el nivel de conocimiento necesario para realizar por sí misma el proceso de cambio hacia NIIF o NIIF para las pymes.

Sin embargo, los requisitos planteados por el IASB para esta normativa son características presentes en 4 las empresas de tamaño pequeño y mediano, por lo que ciertamente su mayor incidencia se genera en las Pymes, según la concepción empresarial que se da a estas entidades. En este sentido, el proceso de implementación tendrá que enfrentarse a diferentes situaciones y puede convertirse en un verdadero agente de cambio. Se considera importante que el Implementador adopte una metodología de acompañamiento a la Pyme durante el proceso y que colabore en la formación de competencias para la comprensión, análisis y manejo del nuevo cuerpo normativo por parte del par interno y del personal de la entidad vinculado al proceso de implementación. Con el enfoque correcto, el implementador puede ser ese agente de cambio que requieren sus empresas.

El Implementador desempeña, por tanto, un rol fundamental en el proceso de mejora de la calidad de la información financiera en la Pyme y por ende, puede convertirse en un catalizador hacia empresas más ordenadas y eficientes al generarse información financiera de clase global. Y es este, en mi criterio, el verdadero valor agregado del proceso y la tarea ineludible que los CPA tenemos que asumir.