Tributación lo “invitará” a colaborar en un proceso de fiscalización este 2016
Ante la imposibilidad de ajustar los gastos a través del Presupuesto y sin un acuerdo claro para incrementar la carga fiscal a través de nuevos impuestos, el Gobierno necesitará buscar fuentes de ingreso que, al menos, impida la merma de recursos que requiere. Y usted y su empresa pueden ser una fuente de recursos al que, a través de los procesos de fiscalización, el Estado deba acudir en mayor medida. Por ello, esté preparado, Tributación podría necesitar auditarle en 2016. Los recientes eventos políticos nacionales que han minado la credibilidad política de Luis Guillermo Solís, hacen poco viable una pronta solución al problema fiscal que arrastramos desde hace muchos años. Las ocho medidas anunciadas por el Ministro Helio Fallas, son un compromiso solamente, que aún no está escrito como una hoja de ruta definida.
A pesar de tener un marco jurídico totalmente inclinado a su favor, con prerrogativas casi ilimitadas en algunas áreas, la Administración Tributaria se ha cegado ante la necesidad de ampliar su base de fiscalización a fin de atacar la informalidad, y sigue enfocada en las mismas grandes empresas que por muchísimo tiempo han venido sosteniendo las maltrechas finanzas públicas. Pero ello deberá cambiar en 2016 sí Hacienda desea obtener algunos recursos adicionales que sopesen el efecto de la actual inoperancia política, la falta de liderazgo y la cada vez más lejana opción de un recorte de los gastos públicos o de una posible reforma fiscal que incremente los niveles de recaudación.
¿Más impuestos? Por ahora no. El irrespeto jurídico que conllevó la aprobación del presupuesto de manera autoritaria por parte del Presidente de la Asamblea, así como del levantamiento del veto a la reforma procesal laboral, genera una convulsión política que hace difícil pensar en una alianza fiscal a corto plazo, que pudiese generar consenso en el proceso de aprobación de nuevos impuestos. El proyecto del IVA se presentará sin duda a la Asamblea, pero no tendrá un camino sencillo dado, entre muchos otros, el componente político que representa la discusión de diversos intereses que se mezclarán al regularse las exenciones.
Se ha satanizado al sector empresarial. No hay que sangrar a los mismos de siempre, sino atacar la informalidad de quienes hoy están volando “bajo el radar”. Y acá es donde el Ministerio de Hacienda debe entender que las empresas formales, principalmente organizadas a través de las Cámaras Empresariales, son aliados y no enemigos. Los mayores beneficiados en cumplir la normativa fiscal son los propios empresarios, y por ello se insiste tanto en atacar la informalidad de quienes defraudan.
Y ello hace más evidente la necesidad de obtener información. Con la nueva redacción del Código de Normas y Procedimientos Tributarios, se refuerza la potestad de la Administración Tributaria de realizar “fiscalizaciones de escritorio”, a través de la información de que tanto el contribuyente como terceros le han proporcionado. La Administración Tributaria no necesita visitarle para cobrarle, y por ello, los procesos de obtención de información como el AMPO o los Registro Electrónicos de Compras y Ventas resultan tan relevantes para la política recaudatoria de Tributación. Al obtener información de los Grandes Contribuyentes, se pueden redirigir los recursos de fiscalización hacia otros segmentos, y allí deberá atraerse a tributación muchas empresas que hoy no lo están haciendo adecuadamente.
La potestad de fiscalización de la Administración Tributaria es necesaria para poder identificar las prácticas fiscales que podrían estar minando la recaudación. Pero los jerarcas del Ministerio de Hacienda deben en todo momento instruir a sus funcionarios que sus actuaciones de fiscalización deben estar siempre apegadas al marco normativo vigente, siendo que las fiscalizaciones no son el espacio para buscar cambiar las normas o ampliar su alcance. Ya tenemos muchos ejemplos en donde las fiscalizaciones no se ajustaron al marco jurídico actual, y han respondido a prácticas “uniformadas” de búsqueda de nuevos recursos, como en los precios de transferencia, en el diferencial cambiario, en el gravamen al acceso a internet o en los más recientes cuestionamientos a la utilización de UEPS.
Por ello, hay que insistir en la necesidad que Tributación respete el marco jurídico vigente. Que fiscalicen, pero con las reglas que la Ley le otorgan. Pero tanto en uno como en otro escenario, todo contribuyente deberá estar atento al cumplimiento de sus obligaciones de manera adecuada, porque más temprano que tarde, Tributación lo “invitará” a colaborar en un proceso de fiscalización.
El financiero